Capítulo 8. Concierto de ronquidos, pedos y eructos en Do Mayor (India, parte III).
El tren de la India merece un capítulo a parte. Si visitas el país de Gandhi, no puedes perderte la experiencia de viajar en uno. Puede ser o tu mejor recuerdo, o tu peor pesadilla. Tú elijes. Lo que está claro es que no te dejará indiferente y no lo olvidarás en toda tu vida.
Durante el tiempo que estuvimos sin Richard, lo utilizamos en dos ocasiones. La primera, para ir de Bombay a Goa, y Lore lo pasó francamente mal. Fueron 13 horas en las que eligió estar tensa y nerviosa por culpa de una rata que se paseaba por entre los asientos y que no le permitió cerrar un ojo en todo el trayecto. Ni el otro tampoco. Estuvo en blanco toda la noche. Suerte que en el de la vuelta no apareció ninguna y la cosa fue mucho más calmada y divertida, sobretodo por los jóvenes alumnos de una escuela de Bombay que volvían a casa después de pasar unos días en Goa. No pararon de preguntarnos cosas curiosas y de hacerse fotos con nosotros. Nos dijeron que por ser extranjeros y elegir su país para viajar, nos veían como una clase de Dioses. En fin, como no cuesta nada hacer feliz a la gente, y menos si son niños, pues nos hicimos tantas como ellos quisieron, hasta que la gente mayor les echó de nuestro comportamiento, pues no les dejaban ni dormir.
La Indian Railways, el medio de transporte más utilizado del país, fue obra de los ingleses durante su colonización y es la segunda mayor red ferroviaria del mundo, pudiéndote conducir a cualquier punto del país. Para llevarlo bien mientras lo utilizas solo tienes que relajarte, activar el piloto automático en modo “no hay prisa”, procurar adaptarte tanto como puedas y disfrutarlo. Aunque no te apasione. Pocas veces en la vida habrás vivido algo así, por lo que merece toda tu atención y tu posibilidad.
Como los viajes acostumbran a ser maratonianos, lo más seguro es que tengas que dormir durante el viaje. Para tal cometido, lo mejor es que compres un billete para la “Sleep class”, en el que tendrás la oportunidad de estirarte en una de las literas del vagón. De todas maneras, dormir en una es una tarea complicada, sobretodo si se es un principiante. Ya sea por el traqueteo del tren, por los ronquidos, pedos y eructos de los vecinos o porque la litera es demasiado dura o sucia, cerrar los ojos y empezar a soñar puede llegar a ser una utopía. Pero si lo consigues, que no cunda el pánico si te despiertan a media noche con una suave caricia en los pies. No lo podemos asegurar, pero creemos que podría ser debido a la curiosidad que sienten los indios por tocar unos pies tan poco curtidos como los de los occidentales, o bien por la costumbre supersticiosa de acariciar una piel tan pálida como la nuestra.
Y si Vishnu, el dios de los sueños hindú, te ha permitido dormir un rato, los despertares en este medio de transporte pueden ser una experiencia no apta para corazones frágiles. Es posible que te encuentres en una situación que te despeje la mente tan rápida como tres cafés, aunque no hayas pegado ojo en toda la noche. Se debe tener un mínimo de sangre fría para aguantar la mirada a la gente que puntualmente va pasando una tras otra a pedir limosna después de que el revisor te haya despertado a gritos a las 6 de la mañana para ofrecerte algo de comer. Aguantar el tipo con serenidad y atender primero a una viejecita con los ojos totalmente en blanco, a un niño de 10 años con la cara desfigurada después y a otro sin piernas siguiéndole es algo tan difícil de lograr como de olvidar.
Se puede viajar en avión, pero si quieres impregnarte de la esencia de este país no puedes perderte un viaje en tren. Es obligatorio.
*Soñar es gratis, pero para realizar algunos, necesitas ayuda. Este trocito de sueño ha cobrado vida gracias a APIC – Asia Pacific International College, Go Study Australia,Foto24 y Dynamic Line, gracias a nuestros colaboradores, y sobretodo gracias a ti. Y no lo olvides: Si puedes soñarlo, puedes hacerlo.
CURIOSIDAD.
Soñamos en tiempo real. A pesar del mito de que nuestros sueños ocurren en una fracción de segundo, en realidad pueden durar 20, 30, o incluso 60 minutos. Lo más probable es que solo duren un par de minutos al principio de la noche y vayan alargándose a medida que avanza la noche y aumentan los movimientos oculares rápidos.
DEDICACIÓN.
Dicen que tener un piano no te hace pianista, de la misma manera que tener un hermano no te hace hermano o tener un hijo no te hace padre. Pues yo puedo afirmar que tengo un hermano. El mejor. Y como es mayor que yo, tomo nota de cada acto que realiza. Porque tu hermano mayor es el ejemplo que quieres seguir. Tiene más experiencia y sabe qué camino debe mostrarte. En mi caso, cada día ha sido así. Mi hermano ha sido toda una inspiración. Cada día ha asumido su rol de hermano mayor, ese que tiene que dar ejemplo con su actitud y con sus valores, y que debe guiar y cuidar del pequeño. Recuerdo cada consejo que me ha dado durante todos estos años como si fueran un tesoro. Hay más de cien seguro. Y la de veces que me ha llamado por teléfono cuando sabía que estaba preocupado por algo, aunque fueran tonterías. Siempre ha estado ahí, y siempre ha sido una persona de las más importantes en mi entorno, que supongo que es como debe ser. De hecho, si me he planteado iniciar esta aventura para probar una nueva vida en Australia ha sido en gran parte culpa suya. Él siempre ha sido especial. Y no solo como hermano, también he podido aprender de él como hijo. Porque en este rol también siempre ha dado la talla. Hace años decidió trabajar en la empresa de mi padre. Y aunque en estas situaciones siempre se dice que esto es ser un “hijo de papá”, pues el hijo ya tiene la vida solucionada y no vive el estrés de trabajar en una empresa con la presión diaria de saber que te pueden echar en cualquier momento, aquí él también siempre estuvo a la altura. Recuerdo que era el primero en llegar al trabajo y el último en irse, agradeciendo de esta manera a nuestro padre el favor que le hacía aceptándolo en su empresa. Nunca llegó un minuto tarde. Perdón, miento. Solo recuerdo que llegó tarde un día, y fue porque había pasado una mala noche por una gripe. Aquí también aprendí mucho de él. ¡La de trabajo que le evitó a mi pobre padre, un hombre ya mayor, gracias a su esfuerzo diario en la empresa! Tiró del carro tanto como pudo para que nuestro padre, ya sin muchas fuerzas y jubilado desde hacía años, sin ninguna necesidad de trabajar, no tuviera que soportar todo su peso, que era mucho. Si ya es un orgullo como hermano mayor, como hijo tiene que ser brutal tener uno así. Y también para mi madre. La de regalos que le ha hecho siempre para su aniversario. ¡No hay año que no se olvide de ella! Y me voy tranquilo porque durante todos estos años sé que la va a cuidar como si fuera un tesoro. En mejores manos no puede estar. Porque para él, lo más importante del mundo son las demás persona, sobretodo su familia. Él siempre está en el último lugar de sus preocupaciones. En definitiva, todo un ejemplo para todo hermano pequeño y una gran satisfacción para cualquier padre y madre. Es imposible no estar orgulloso de él. Seguro que no es perfecto, pero sí es el ideal, de edición limitada. ¡Gracias por todo, hermano mayor!
INSPIRACIÓN: «POEMA PARA SOÑAR»
Atrévete a ser como la luz,
Aprende a ser imperceptible,
Pero no dejes de verte
Sin ver a los demás.
Extiende tus alas y vuela alto,
Toca el cielo con tu alma
Y se infinito como el firmamento,
Sin salir de tu cama.
Sólo recuerda que despertarás
Y es labor tuya que tus
Sueños sean una fantasía
O sean una realidad.
Pero nunca dejes de soñar,
Porque así exploras tu porvenir
Sin olvidarte de quien eres
Y sin dejar de ser tú.
“…Aprende a soñar viviendo, pero no vivas soñando…
Sé como el ave que vuela, pero no olvides regresar a la tierra…”
CUERVO NEGRO.
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